Más Dermatología, n.º 41

Número 41 • Enero/Marzo 2023 - Edición electrónica: ISSN 2013-7338 - https://www.masdermatologia.com dermatología a c t u a l i d a d y a v a n c e s ® EDITORIAL Los niños y los adolescentes hablan mediante el cuerpo Marta Loro Pérez ARTÍCULO DE REVISIÓN Lesiones pigmentadas en niños (I): nevos melanocíticos y melanoma Rocío Gil Redondo MI PACIENTE ES… Fenómeno de Raynaud en los dedos de los pies Belén Morales Franco LA ENTREVISTA AL EXPERTO Raúl de Lucas Laguna: la dermatología pediátrica en 2022 ORIGINAL Ecografía cutánea en la consulta dermatológica: a propósito de tres casos José Ferrandis-Luis ¿CUÁL ES SU DIAGNÓSTICO? Elena González-Guerra AVANCES Y NOVEDADES Avances y novedades en el tratamiento de la dermatitis atópica Fátima Tous Romero Indexada en:

© Editorial Glosa, SL Autorizado el uso en el ámbito académico o docente según lo previsto por la Ley de Propiedad Intelectual. más dermatología® a c t u a l i d a d y a v a n c e s DIRECCIÓN Aurora Guerra-Tapia Profesora titular de Dermatología. Departamento de Medicina. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid. REDACTORA JEFE Elena González-Guerra Médico adjunto del Servicio de Dermatología. Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid. COMITÉ DE EXPERTOS Rosario Alarcón Cabrera. Concepción, Chile Fernando Alfageme. Madrid Roberto Arenas Guzmán. México D. F., México Diego de Argila Fernández-Durán. Badajoz Isabel Bielsa Marsol. Badalona Daniela de Boni Crotti. Montevideo, Uruguay Jesús Borbujo Martínez. Fuenlabrada Agustín Buendía Eisman. Granada Mariano Casado Jiménez. Madrid Santiago Córdova Égüez. Quito, República del Equador Vicente Crespo Erchiga. Málaga Rafael Enríquez de Salamanca. Madrid Joan Escalas Taberner. Palma de Mallorca Gabriella Fabbrocini. Nápoles, Italia Guadalupe Fernández. Salamanca Pablo Fernández Peñas. Sídney, Australia Marta García Bustínduy. Santa Cruz de Tenerife Yolanda Gilaberte Calzada. Zaragoza Minerva Gómez Flores. Monterrey, México Francisco González Otero. Caracas, Venezuela Elena de las Heras Alonso. Madrid Pedro Herranz Pinto. Madrid Juan Honeyman Mauro. Santiago de Chile, Chile Jesús Honorato Pérez. Navarra Mariel Isa Pimentel. Santo Domingo, República Dominicana Pedro Jaén Olasolo. Madrid Ángeles Jiménez González. Málaga Pablo Lázaro Ochaita. Madrid Francisco Leyva Rodríguez. Madrid Víctor López Barrantes. Madrid José Luis López Estebaranz. Madrid Ricardo de Lorenzo y Montero. Madrid Raúl de Lucas Laguna. Madrid Luis Manso Sánchez. Madrid Rocío Marecos. Asunción, Paraguay Ana Martín Santiago. Palma de Mallorca Covadonga Martínez González. Oviedo Alberto Miranda Romero. Valladolid Agustín Moreno Sánchez. Madrid Eduardo Nagore Enguídanos. Valencia Lourdes Navarro Campoamor. Madrid Rosa Ortega del Olmo. Granada Francisco Javier Ortiz de Frutos. Madrid Pablo Luis Ortiz Romero. Madrid Lorenzo Pérez García. Albacete Beatriz Pérez Suárez. Murcia Constantino Reinoso Montalvo. Madrid Rosa del Río Reyes. Madrid Raquel Rivera Díaz. Madrid Carmen Rodríguez Cerdeira. Vigo José Luis Rodríguez Peralto. Madrid Guillermo Romero Aguilera. Ciudad Real Gabriel Rubio Valladolid. Madrid Elfida Sánchez. Santo Domingo, República Dominicana José Sánchez del Río. Oviedo Miguel Sánchez Viera. Madrid Jorge Soto Delás. San Sebastián Emilio Suárez Martín. Madrid M.ª José Tribó Boixareu. Barcelona Ángel Vera Casaño. Málaga Juan José Vilata Corell. Valencia Editorial Glosa, SL Avinguda de la Meridiana, 358, 10.ª planta 08027 Barcelona Teléfono: 932 684 946 e-mail: informacion@editorialglosa.es Periodicidad trimestral Edición electrónica: ISSN 2013-7338 © Editorial Glosa, SL Reservados todos los derechos.

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Más Dermatol. 2023;41:3-4 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.3 3 EDITORIAL Los niños y los adolescentes hablan mediante el cuerpo La psicosomática es una rama de la psicología que tiene su origen en el movimiento psicoanalítico. Basa su modelo en la premisa principal de que el cuerpo (soma) es utilizado por la mente (psique) para manifestar una tensión emocional. Se trata, por lo tanto, de un fenómeno de conversión, en el que los conflictos psicológicos encuentran su forma de simbolizarse y hacerse presentes a través del cuerpo físico1. Este mecanismo, que podría en algunas situaciones resultar adaptativo para canalizar la tensión emocional existente, se convierte en patológico en la medida en que el origen del conflicto emocional no es resuelto, provocando respuestas físicas o fisiológicas que se vuelven crónicas, excediendo la capacidad de control del individuo y atravesando un proceso de transformación tan complejo que escapa al entendimiento consciente de la persona1. En el caso particular de la dermatología, este mecanismo es ampliamente reconocido por profesionales y por los propios pacientes, quienes con frecuencia señalan que perciben un empeoramiento de su patología cutánea ante situaciones de malestar emocional, conflictos sociofamiliares o tensiones laborales2. La terapia psicológica puede ayudar a aliviar parte de la sintomatología de este tipo de pacientes, en la medida en la que proporciona un mecanismo alternativo de simbolización a la somatización: el uso de la palabra como vía para canalizar los estresores presentes y como recurso de ayuda para transformar información inconsciente en consciente, lo cual facilita el despliegue de nuevas y diferentes estrategias de afrontamiento que favorezcan un ajuste más adecuado de la persona a la situación dificultosa2. Pierre Marty (1963), experto en psicosomática, destaca que hay en los pacientes con trastornos psicosomáticos un desarrollo preconsciente empobrecido, con dificultades para expresar sus afectos mediante el uso de la palabra y presentando una marcada pobreza en la capacidad para simbolizar. Los niños, que se encuentran todavía desarrollando su psiquismo, carecen, por lo tanto, de capacidad para expresar afectos mediante la palabra2,3. Esta carencia, menciona Marty, llama a que, en momentos en que el hijo enferma, son las figuras paternas quienes pasan a «saber sobre el cuerpo» del niño y le ponen palabras, lo que dificulta que el hijo se apropie de su propio cuerpo y alcance una buena integración psique-soma3. Encontramos en un plano diferente de la psicodermatología aquellas manifestaciones dermatológicas en las que la producción de los síntomas cuenta con la acción del individuo de manera más explícita. Así, podemos mencionar, por ejemplo, los trastornos de excoriación neurótica, la onicofagia o la tricotilomanía. Estos trastornos psicodermatológicos son categóricamente diferentes de aquellos puramente psicosomáticos. Marta Loro Pérez Psicóloga. Investigación en Dermatología. Instituto de Investigación Sanitaria Puerta de Hierro - Segovia de Arana. Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. Madrid. LinkedIn: linkedin.com/in/marta-loro-pérez-44688216b Correo electrónico: m.loro2306@gmail.com

Más Dermatol. 2023;41:3-4 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.3 4 EDITORIAL Los niños y los adolescentes hablan mediante el cuerpo Loro Pérez M Tienen etiología común y están concebidos dentro de la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) en una misma categoría diagnóstica: trastornos obsesivo-compulsivos. Este grupo de trastornos se caracteriza por la presencia de dos elementos clave: obsesiones y compulsiones. Las obsesiones se definen como imágenes, ideas o impulsos que aparecen en la mente del individuo de manera involuntaria e indeseada y provocan, por lo tanto, un nivel elevado de estrés. No es criterio para el diagnóstico que la persona sea consciente de sus propias obsesiones, por lo que podemos encontrarnos ante personas con un bajo nivel de capacidad introspectiva que no son capaces de identificar de manera concisa sus obsesiones, sino únicamente capaces de experimentar la angustia que estas provocan4. Las compulsiones son aquellas conductas o actividades, frecuentemente de carácter estereotipado, que la persona lleva a cabo con el fin de aliviar la angustia y tensión que provoca la idea obsesiva. Es la forma que encuentra el individuo de encontrar calma y control en su mundo interno, un refugio ante la hostilidad que su propio pensamiento le plantea. Cuando el individuo se encuentra bajo una situación de estrés acusada, observaremos que las conductas compulsivas aumentarán en intensidad y frecuencia, de lo que podemos inferir que la intensidad y la frecuencia de las obsesiones se han incrementado también4. Las compulsiones en los niños provocan un inminente estado de alarma en sus padres, quienes no comprenden, al no ser partícipes de este, el mecanismo de alivio del malestar que están ejecutando sus hijos. Demandan al niño una calma («no te rasques», «no te muerdas las uñas», «deja de arrancarte el pelo») que el niño no puede activar, al no poseer aún un abanico de estrategias más sofisticado. Devuelven entonces los adultos una mirada desaprobatoria a su hijo, la mirada que recibe el niño «no sano», la cual aumenta la ansiedad del niño. Se encuentran así los padres ante la angustia de su propio conflicto: la confrontación entre el niño ideal, el niño sano, frente al niño real, el niño enfermo, al que demandan una calma ante la angustia que ellos mismos no pueden experimentar2. BIBLIOGRAFÍA 1. Franz A. El enfoque psicosomático en medicina. En: Psiquiatría dinámica. Buenos Aires: Editorial Paidós; 1962. p. 309-32. 2. Rotenberg E. La piel: bebés, niños, niñas y adolescentes hablan con su cuerpo. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Lugar Editorial; 2021. 3. Marty P, M’Uzan M, David C. La investigación psicosomática. 3.ª ed. Barcelona: Biblioteca Nueva; 1963. 4. American Psychiatric Association - APA. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. 5.ª ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2014.

ARTÍCULO DE REVISIÓN Más Dermatol. 2023;41:5-9 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.5 5 Lesiones pigmentadas en niños (I): nevos melanocíticos y melanoma RESUMEN Los nevos melanocíticos son proliferaciones benignas de melanocitos, muy frecuentes en niños y adolescentes, etapa en la que estos nevos comienzan a aparecer y crecen. También existen nevos melanocíticos congénitos, presentes al nacimiento, que se clasifican en función del tamaño, lo cual determina en parte el riesgo de padecer melanoma sobre el nevo o de desarrollar melanosis neurocutánea. Los nevos de Spitz y de Reed son lesiones melanocíticas benignas, más frecuentes en niños, que presentan unas características clínicas específicas que pueden remedar un melanoma. El melanoma es poco frecuente en niños, pero se presenta habitualmente con clínica diferente a la del adulto. INTRODUCCIÓN Los nevos melanocíticos son hamartomas cutáneos formados por melanocitos benignos. Los melanocitos son células derivadas de la cresta neural que migran a la piel durante el desarrollo embrionario, formando cúmulos, que darán lugar a los nevos melanocíticos1. Son muy comunes en la población pediátrica, con un recuento medio de nevos de 15 a 30 en los niños de raza blanca y de 5 a 10 en los niños de ascendencia africana o asiática al final de la primera década de la vida2. Se trata de tumoraciones dinámicas a lo largo de la vida, de manera que los recién nacidos no presentan nevos, o presentan algún nevo congénito y, a lo largo de infancia y la adolescencia, van apareciendo más nevos, que crecen, se estabilizan y tienden a involucionar en la edad adulta3. NEVOS MELANOCÍTICOS CONGÉNITOS Los nevos melanocíticos congénitos (NMC) están presentes al nacer, pero pueden no manifestarse hasta los primeros meses de vida. Hasta el 0,5-6% de niños presentan un nevo congénito. Se clasifican en función del tamaño que alcanzan en la edad adulta: pequeños (1,5 cm), medianos (1,5-20 cm), grandes (20-40 cm) y gigantes (>40 cm). Para calcular el tamaño previsto en la edad adulta, el diámetro máximo se multiplica por un factor estimado en función de la localización (cabeza: 1,7; tronco y miembros superiores: 2,8; miembros inferiores: 3,4). Los NMC aparecen como lesiones pigmentadas planas, de color entre marrón claro y negro, con bordes, a menudo, bien definidos y, habitualmente, festoneados e irregulares2,3. Además del aumento proporcional al crecimiento del niño, pueden sufrir otros cambios morfológicos normales con el paso Rocío Gil Redondo Facultativo especialista de área. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario La Paz. Madrid. Clínica Grupo Pedro Jaén. Madrid.

Más Dermatol. 2023;41:5-9 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.5 6 ARTÍCULO DE REVISIÓN Lesiones pigmentadas en niños (I): nevos melanocíticos y melanoma Gil Redondo R del tiempo, como el desarrollo de una superficie verrucosa y de pelo terminal o la ganancia o pérdida de pigmentación difusa o parcheada1,2. La ulceración transitoria puede ocurrir en el período neonatal debido a la fragilidad cutánea del recién nacido. La ulceración que no cicatriza más allá del período neonatal puede ser signo de malignidad y requiere evaluación urgente. Ocasionalmente, pueden aparecer nódulos proliferativos de lento crecimiento. Por otra parte, los NMC pueden involucionar con el tiempo y esto puede estar precedido por el desarrollo de dermatitis en el nevo (fenómeno de Meyerson) o un «halo» hipopigmentado alrededor2. En la dermatoscopia, se pueden encontrar puntos, glóbulos, red pigmentada homogénea o parcheada, hipopigmentación focal y/o perifolicular. El patrón globular es típico de NMC en menores de 16 años localizados en la cabeza, el cuello y el tronco, siendo estos glóbulos de mayor tamaño, con patrón en empedrado y persistiendo habitualmente en la edad adulta. El patrón reticular es más típico de NMC en mayores de 12 años y son más frecuentes en las extremidades, la cabeza y el cuello3. La melanosis neurocutánea (MNC) consiste en la proliferación de melanocitos dentro del sistema nervioso central y es una entidad exclusiva de los niños con NMC. El riesgo es mayor en aquellos con múltiples NMC, independientemente del tamaño. Lo más frecuente es que se manifieste como un nevo congénito de mayor tamaño («nave nodriza»), acompañado de múltiples nevos satélites de menor tamaño2. El riesgo de MNC es mayor cuando hay más de 20 satélites y en NMC grandes y gigantes en localización axial posterior2,3. Puede manifestarse con síntomas neurológicos, como retraso en el desarrollo, convulsiones o hidrocefalia, así como con mielodisrafia en los casos de NMC grande o gigante de localización lumbosacra. El pronóstico suele ser malo, con altas tasas de mortalidad en el primer año de vida. Si se realiza una resonancia magnética de cribado, lo ideal es efectuarla antes de los 6 meses de vida para optimizar la visualización de la melanosis antes de la mielinización y cuando todavía puedan realizarse sin anestesia después de alimentar al bebé2. NEVOS MELANOCÍTICOS ADQUIRIDOS Los nevos melanocíticos adquiridos (NMA) suelen aparecer en la primera infancia, aumentan en tamaño y número hasta la tercera década de vida y, posteriormente, involucionan lentamente en la vida adulta2,3. Los principales factores que predisponen al desarrollo de los NMA son la predisposición genética, la fotoexposición en la infancia (incluida la fototerapia para el tratamiento de la hiperbilirrubinemia neonatal) y el fototipo bajo. Los NMA se clasifican en función de la localización de las células del nevo dentro de la piel. Los nevos junturales contienen los melanocitos en la unión dermoepidérmica; los nevos compuestos, tanto en la unión dermoepidérmica como en la dermis; y, en los nevos intradérmicos, se limitan a la dermis. Morfológicamente, esto se corresponde con la progresión normal de las lesiones desde máculas regulares de color marrón a negro en los niños (junturales), a maculopápulas marrones más elevadas en los niños mayores y adultos (compuestos) y, finalmente, a pápulas rosadas o color piel cupuliformes en los adultos (intradérmicos)2. En los nevos de los niños pequeños, encontraremos un patrón dermatoscópico globular de glóbulos homogéneos entre sí, que, a medida que crecen de manera simétrica formando un patrón reticuloglobular —habitualmente, en corona de glóbulos— y cuando se estabilizan, quedan con un patrón reticular o reticuloglobular con glóbulos centrales y retículo en la periferia. En el cuero cabelludo, los nevos tienden a presentar una zona papular central hipo- o hiperpigmentada con retículo en la periferia, que se denomina patrón en «eclipse» o en «huevo frito»3. En las palmas y plantas, estos nevos van a tener patrones muy característicos, como son el patrón paralelo del surco, fibrilar, en «celosía» o en «vaina de guisantes»4. NEVOS DE CÉLULAS FUSIFORMES (NEVOS DE SPITZ Y NEVOS DE REED) Los nevos de Spitz son lesiones melanocíticas benignas, que aparecen, generalmente, en niños o adultos

Más Dermatol. 2023;41:5-9 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.5 7 ARTÍCULO DE REVISIÓN Lesiones pigmentadas en niños (I): nevos melanocíticos y melanoma Gil Redondo R jóvenes en forma de pápula cupuliforme, solitaria, bien delimitada, de color piel, rosa, rojizo o parduzco. Aparecen de manera brusca, habitualmente, en la cabeza, el cuello o las extremidades inferiores, y crecen rápidamente hasta alcanzar un diámetro de entre 4 y 8 mm5. Por su morfología y color, se debe hacer el diagnóstico diferencial con verrugas virales, moluscos, nevos intradérmicos, angiomas capilares o xantogranulomas juveniles1. En la dermatoscopia, suelen presentar un patrón en vasos puntiformes y/o retículo invertido3. El nevo de Reed se considera la variante pigmentada del nevo de Spitz, y aparece, generalmente, en las extremidades de adultos jóvenes, en forma de pápula muy pigmentada, de color marrón oscuro o negro, entre 3 y 5 mm5. Presentan característicamente un patrón dermatoscópico en «estallido de estrellas», con pseudópodos o proyecciones radiales por todo el contorno de la lesión3. Aunque se trata de lesiones benignas, son simuladores clínicos, dermatoscópicos e histológicos de melanoma, por lo que, en muchas ocasiones, requieren extirpación para su análisis histológico1. OTRAS LESIONES MELANOCÍTICAS BENIGNAS Nevo azul Se trata de lesiones maculares o papulosas bien delimitadas, de, habitualmente, menos de 5 mm, con coloración homogénea en tono negro, azulado o grisáceo, que aparecen en la zona distal de las extremidades, la cabeza o el cuello a partir de la adolescencia. La coloración azulada se debe a la localización más profunda de los melanocitos. Nevus spilus Se presentan en el tronco y las extremidades en formas de parches con pigmentación marrón claro, de varios centímetros, que aparecen al nacimiento o en la infancia temprana, sobre los que se desarrollan múltiples nevos junturales, combinados, azules o de Spitz, de pocos milímetros. Nevo melanocítico adquirido de la matriz ungueal Se manifiestan en forma de banda pigmentada longitudinal en la lámina ungueal (melanoniquia longitudinal), bien delimitada, de pocos milímetros, en tonos marrones claros u oscuros, compuestos por bandas de color homogéneo. En niños, suelen constituir lesiones benignas, incluso cuando clínicamente se presentan con signos atípicos, ya que el melanoma ungueal en la infancia es excepcional1. MELANOMA El melanoma es un tumor raro en la infancia, aunque su frecuencia aumenta en la adolescencia, siendo el 2.º-3.er tipo de cáncer más frecuente entre los 15 y los 19 años y, dentro del cáncer de piel, el tipo más frecuente. La incidencia anual es de, aproximadamente, entre 3 y 18 casos por 1000000 de habitantes-año entre los 10 y los 19 años, siendo cada vez más frecuente con la edad y con una ligera predominancia en el sexo femenino6,7. Únicamente entre el 1 y el 4% de todos los melanomas se producen en menores de 20 años. El riesgo de transformación de un nevo benigno en melanoma a lo largo de la vida es de, aproximadamente, 1 entre 10000, y más del 50% de los melanomas se producen de novo8,9. Hasta el año 2000, se observó una tendencia al alza en la incidencia, si bien, entre los años 2000 y 2015, se ha visto una disminución en la incidencia en adolescentes, sobre todo, en los varones, en los localizados en el tronco y las extremidades y en el subtipo de melanoma de extensión superficial, que es el más típico del adulto, todo ello probablemente relacionado con las medidas de educación y prevención de cáncer de piel adoptadas en las últimas décadas9. La incidencia de melanomas de tipo spitzoide, congénito o asociado a NMC, es desconocida, aunque se sabe que es más frecuente cuanto menor es la edad6,8. El melanoma en pacientes pediátricos presenta mayor índice de Breslow y mayor índice de mitosis que en el adulto; no está claro si se debe al retraso diagnóstico, por baja sospecha clínica y por

Más Dermatol. 2023;41:5-9 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.5 8 ARTÍCULO DE REVISIÓN Lesiones pigmentadas en niños (I): nevos melanocíticos y melanoma Gil Redondo R presentaciones atípicas, o a un crecimiento tumoral más rápido6. Los factores de riesgo de melanoma en la edad pediátrica son la presencia de más de 50 nevos melanocíticos, la presencia de nevos clínicamente atípicos, los antecedentes familiares de melanoma, la fotoexposición, el fototipo bajo (I-II), los antecedentes de quimioterapia, la inmunodepresión o la genodermatosis8,9. Los nevos atípicos no son precursores del melanoma, sino que la presencia de estos representa un factor de riesgo por sí mismo1. La regla del «ABCDE» clásica (asimetría clínica y/o dermatoscópica, irregularidad de los bordes, varios colores, diámetro >6 mm y evolución) es bien conocida entre médicos y pacientes; sin embargo, esta regla solo diagnostica, aproximadamente, un 60% de los melanomas en niños, debido a una mayor frecuencia de melanomas nodulares, amelanóticos o spitzoides en niños que en adultos. Por ello, se desarrolló el «ABCD» modificado o pediátrico (amelanótico, sangrante, abultado, de color uniforme, de diámetro variable y de desarrollo de novo) y los criterios CUP (color rosado o rojo, cambiante, ulceración, abultamiento y lesiones parecidas al granuloma piógeno, lesiones nuevas)9-11. Los niños con múltiples NMA tienden a desarrollar los nevos con un aspecto similar; por lo tanto, aquellos nevos que destacan por ser morfológicamente diferentes de la mayoría deben ser considerados como potencialmente anormales (signo del «patito feo»)10. En la dermatoscopia, se observarán retículo atípico, glóbulos heterogéneos, velo azul-blanquecino, crisálidas y/o vasos atípicos y, más habitualmente, varios de estos hallazgos, en lo que se denomina el patrón multicomponente3. Los factores de riesgo para el desarrollo de melanoma sobre NMC incluyen un tamaño grande o gigante (riesgo del 2-10%, respectivamente, a lo largo de la vida, aunque, aproximadamente, el 50% de los que lo desarrollan lo hacen en los primeros 5 años de vida), la localización axial posterior y los múltiples nevos satélites. Por el contrario, el riesgo de que se desarrolle un melanoma en los NMC de tamaño pequeño o medio se estima en, aproximadamente, un 1% y se produce después de la pubertad2,3. Se debe sospechar melanoma sobre NMC cuando se producen cambios bruscos en la forma, el tamaño o el color y en presencia de ulceración o de nódulos de rápido crecimiento. El melanoma también puede desarrollarse raramente en el sistema nervioso central de los niños con MNC12. La observación y la educación en los signos de alarma y en la fotoprotección son fundamentales en pacientes con un gran número de nevos, con nevos atípicos y/o con nevos congénitos. La escisión quirúrgica debe reservarse para aquellas lesiones que presenten características sospechosas de melanoma. Los NMC de gran tamaño requieren un seguimiento continuo para detectar cambios. Muchas familias prefieren la escisión quirúrgica por las implicaciones estéticas, siendo la extirpación por etapas a menudo necesaria para lesiones grandes. No obstante, la eliminación de todos los melanocitos es habitualmente imposible, por lo que, incluso después de la extirpación quirúrgica, es fundamental realizar un seguimiento2. En la figura 1, se exponen imágenes clínicas de las lesiones melanocíticas comentadas en el artículo.

Más Dermatol. 2023;41:5-9 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.5 9 ARTÍCULO DE REVISIÓN Lesiones pigmentadas en niños (I): nevos melanocíticos y melanoma Gil Redondo R BIBLIOGRAFÍA 1. Balin SJ, Barnhill RL. Neoplasias melanocíticas benignas. En: Bolognia JL, Schaffer JV, Cerroni L (eds.). Dermatología. 4.ª ed. Barcelona: Elsevier España; 2018. p. 1954-88. 2. Levy R, Lara-Corrales I. Melanocytic nevi in children: a review. Pediatr Ann. 2016;45(8):293-8. 3. Kaushik A, Natsis N, Gordon SC, Seiverling EV. A practical review of dermoscopy for pediatric dermatology part I: Melanocytic growths. Pediatr Dermatol. 2020;37(5):789-97. 4. Savas Erdogan S, Falay Gur T, Turgut Erdemir AV, Dogan B. Dermoscopic characteristics of acral melanocytic nevi in children and adolescents. Pediatr Dermatol. 2020;37(4):597-603. 5. Sainz-Gaspar L, Sánchez-Bernal J, Noguera-Morel L, HernándezMartín A, Colmenero I, Torrelo A. Spitz nevus and other spitzoid tumors in children -part 1: clinical, histopathologic, and immunohistochemical features. Actas Dermosifiliograf (Engl Ed). 2020; 111(1):7-19. 6. Hawryluk EB, Moustafa D, Bartenstein D, Brahmbhatt M, Cordoro K, Gardner L, et al. A retrospective multicenter study of fatal pediatric melanoma. J Am Acad Dermatol. 2020;83(5):127481. 7. Del Fiore P, Russo I, Ferrazzi B, Dal Monico A, Cavallin F, Filoni A, et al. Melanoma in adolescents and young adults: evaluation of the characteristics, treatment strategies, and prognostic factors in a monocentric retrospective study. Front Oncol. 2021;11: 725523. 8. Fidanzi C, Margiotta FM, Spinelli C, Janowska A, Dini V, Oranges T, et al. Risk factors in pediatric melanoma: a retrospective study of 39 cases. Melanoma Res. 2021;31(6):555-60. 9. Moustafa D, Neale H, Hawryluk EB. Trends in pediatric skin cancer. Curr Opin Pediatr. 2020;32(4):516-23. 10. Scope A, Marchetti MA, Marghoob AA, Dusza SW, Geller AC, Satagopan JM, et al. The study of nevi in children: principles learned and implications for melanoma diagnosis. J Am Acad Dermatol. 2016;75(4):813-23. 11. Ryan AL, Burns C, Gupta AK, Samarasekera R, Ziegler DS, Kirby ML, et al. Malignant melanoma in children and adolescents treated in pediatric oncology centers: an Australian and New Zealand Children’s Oncology Group (ANZCHOG) study. Front Oncol. 2021;11:60172. 12. De la Fouchardière A, Boivin F, Etchevers HC, Macagno N. Cutaneous melanomas arising during childhood: an overview of the main entities. Dermatopathology (Basel). 2021;8(3):301-14. FIGURA 1. Fotografías clínicas de lesiones melanocíticas: A) nevo melanocítico juntural; B) nevo melanocítico intradérmico; C) nevo melanocítico congénito; D) nevo azul; E) melanoniquia longitudinal; F) nevus spilus; G) nevo de Spitz; H) nevo de Reed; I) melanoma. A B C D E F G H I

Más Dermatol. 2023;41:11-13 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.11 11 MI PACIENTE ES… en dosis de 100 mg cada 24 horas y nifedipino en dosis de 10 mg cada 12 horas hasta nueva revisión. Maurice Raynaud, en 1862, describió pacientes con ataques isquémicos transitorios, en zonas acras, causados habitualmente por frío o estrés1. Desde Mi paciente es un varón joven, de 25 años, sin alergias ni antecedentes personales de interés, fumador de tabaco de 2,5 paquetes-años, que practica deporte habitual, consistente en saltar a la comba descalzo, y que consulta por episodios de palidez, frialdad y dolor de los dedos de los pies, de minutos de duración, desde hace meses, que aparecen estando sentado o tumbado y ceden al moverse, apoyar los pies en el suelo, meterlos en agua caliente o frotárselos. Al explorarle los pies, no encontramos ningún hallazgo, por lo que lo dejamos sentado en la sala de espera hasta que refiere la aparición del dolor, confirmándose la clínica referida por el paciente, ya que se observa palidez del primero y segundo dedos del pie derecho y del primer dedo del pie izquierdo, con pulsos pedios normales. Tras sumergir los pies en agua templada durante 5 minutos, se aprecia eritema y, después, normalización del color de los dedos y desaparición del dolor (fig. 1). Tranquilizamos al paciente, solicitamos analítica y ecografía Doppler arterial de los pies. Cuando recibimos los resultados de las pruebas complementarias, que son normales, pautamos tratamiento con recomendaciones de protección del frío, evitar el estrés emocional, abandonar el consumo de tabaco y los microtraumatismos de los pies, así como tratamiento oral con ácido acetilsalicílico Fenómeno de Raynaud en los dedos de los pies Belén Morales Franco Médica adjunta. Servicio de Urgencias. Hospital de la Vega Lorenzo Guirao. Cieza (Murcia). Gerencia del Área IX del Servicio Murciano de Salud. FIGURA 1. Imagen clínica de las lesiones de la piel de las piernas.

Más Dermatol. 2023;41:11-13 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.11 12 MI PACIENTE ES… Fenómeno de Raynaud en los dedos de los pies Morales Franco B entonces, se emplea el término fenómeno de Raynaud para definir estos episodios vasoespásticos, que se manifiestan en alguna parte del cuerpo, generalmente, las manos y los pies en dos fases. La primera es una fase isquémica, por disminución u oclusión del flujo capilar, que se manifiesta como cianosis o palidez, respectivamente, secundaria a una vasoconstricción de las arteriolas digitales aferentes. En muchas ocasiones, la disminución del flujo es más leve al inicio del episodio, lo que provoca cianosis y, después, se hace más intensa y llega a la obstrucción vascular completa, produciendo palidez. Las zonas isquémicas habitualmente están bien delimitadas, y suelen aparecer inicialmente solo en uno o varios dedos. Los episodios de isquemia pueden ser indoloros, pero, en los casos más graves, pueden acompañarse de dolor intenso agudo, sobre todo, cuando se produce oclusión total del flujo sanguíneo. En estas situaciones, pueden desencadenarse ulceraciones o necrosis. La segunda fase es la reperfusión, cuando cede la vasoconstricción arteriolar. Cursa con eritema por la hiperemia reactiva. Puede acompañarse de parestesias y disestesias en los dedos1-3. Tiene una distribución universal y afecta al 3-5% de la población, aunque con variaciones geográficas, probablemente, debidas a las diferencias climáticas2,4. Aparece con mayor frecuencia en las mujeres, entre la segunda y la tercera décadas de la vida5 y, aunque su etiología resulta desconocida, se relaciona con factores de riesgo como el consumo de tabaco y de alcohol, pero son los cambios de temperatura —fundamentalmente, el frío— y las alteraciones emocionales los factores precipitantes4. Parece ser que hay factores genéticos implicados por la asociación familiar y mayor concordancia hallada entre gemelos homocigotos (38%) que en heterocigotos (18%)1. Se clasifica en primario (enfermedad de Raynaud) cuando se presenta aislado y no se asocia a una enfermedad de base, o secundario (síndrome de Raynaud) cuando es una manifestación más de otra enfermedad, generalmente, enfermedades reumáticas1,5. La mayor parte de los casos son primarios (80%)2. El riesgo de aparición de enfermedad autoinmunitaria asociada está entre el 6 y el 12%, y el diagnóstico se realiza, generalmente, en los dos años siguientes al inicio de los síntomas1. Para el diagnóstico, es suficiente una adecuada anamnesis y exploración física2. La capilaroscopia es una técnica de estudio que permite obtener imágenes directas in vivo de la microcirculación cutánea. Los principales instrumentos ópticos de bajo aumento son el estereomicroscopio, el dermatoscopio y el oftalmoscopio. Constituye un método accesible y no invasivo para analizar las anormalidades microvasculares, por lo que puede utilizarse en niños y adultos. En la actualidad, se ha demostrado su utilidad en múltiples dolencias, principalmente, en el fenómeno de Raynaud y otras enfermedades autoinmunitarias6. En función de la edad de aparición, la gravedad del cuadro, la presencia de autoanticuerpos y el patrón de la capilaroscopia, se puede orientar el diagnóstico diferencial entre el fenómeno de Raynaud primario o secundario (tabla 1). Si se sospecha que una arteria está obstruida, puede efectuarse una ecografía Doppler antes y después de la exposición al frío. También pueden realizarse análisis de sangre para detectar posibles enfermedades que puedan causar el síndrome de Raynaud (medición de la velocidad de sedimentación globular, de la proteína C-reactiva, de anticuerpos antinucleares y anti-ADN, del factor reumatoideo, de anticuerpos anticentrómero, de anticuerpos contra el péptido citrulinado anticorrosivo o de anticuerpos antiesclerodermia)2. El tratamiento del síndrome de Raynaud incluye el uso de ropa de abrigo, evitar el frío y dejar de fumar1,2,7. Si esto no es suficiente, se pueden usar tratamientos farmacológicos como los antagonistas del calcio o los análogos de las prostaglandinas4. Sin embargo, hay pacientes que precisan probar otras terapias más agresivas como la simpatectomía5 o la electroestimulación medular8.

Más Dermatol. 2023;41:11-13 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.11 13 MI PACIENTE ES… Fenómeno de Raynaud en los dedos de los pies Morales Franco B BIBLIOGRAFÍA 1. Joven BE y Carreira PE. Síndrome de Raynaud: etiología y manejo. Reumatol Clin. 2008;4(2):59-66. Disponible en: https://www. reumatologiaclinica.org/es-pdf-S1699258X08718011 2. Koon KT. Síndrome de Raynaud. En: Manual MSD para el profesional. Rahway: Merck & Co., Inc.; 2019. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/trastornoscardiovasculares/enfermedades-arteriales-perif%C3%A9ricas/s% C3%ADndrome-de-raynaud 3. Milam EC, Ramachandran SM, Franks AG Jr. Raynaud phenomenon. JAMA Dermatol. 2015;151(12):1400. 4. Tolosa C, Simeón CP, Gabarró L. El fenómeno de Raynaud. Med Clín. 2009;132(18):712-8. 5. Franquelo P, Panadero A, González F, Losada S. Fenómeno de Raynaud. Rev Clin Med Fam. 2009;2(6):309-11. 6. Ocampo-Garza SS, Villarreal-Alarcón MA, Villarreal-Treviño AV, Ocampo-Candiani J. Capilaroscopia: una herramienta diagnóstica valiosa. Dermatol Práct. 2019;110(5):347-52. 7. Block JA, Sequeira W. Raynaud’s phenomenon. Lancet. 2001; 357(9273):2042-8. 8. Mercader P, Rodríguez-Serna M, De Andrés J, García-Covisa N, Valia JC, Fortea JM. Tratamiento del fenómeno de Raynaud mediante electroestimulación medular. Actas Dermosifiliogr. 2003;94(7):450-3. TABLA 1. Características diferenciales entre el fenómeno de Raynaud primario y el secundario Primario Secundario Asociado a enfermedad autoinmunitaria No Sí Edad de aparición de los síntomas <40 años >40 años Afectación de manos/pies Simétrica, bilateral Asimétrica, unilateral Aparición de úlceras o necrosis No Frecuente Capilaroscopia Normal Dilataciones capilares, zonas sin capilares, hemorragias Velocidad de sedimentación globular, proteína C-reactiva, anticuerpos antinucleares, anticuerpos anti-ADN, factor reumatoideo, anticuerpos anticentrómero, etc. Negativos o bajos Frecuentes

DERMATITIS ATÓPICA entre bastidores www.masdermatologia.com Elena González-Guerra Profesora asociada de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología. Departamento de Medicina. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid. Médico adjunto. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid. Aurora Guerra-Tapia Profesora titular de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología. Departamento de Medicina. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid. Exjefa de la Sección de Dermatología. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid. SEMINARIO Si no pudiste asistir en directo al seminario, puedes acceder a través de la plataforma Con el patrocinio de GRAN ÉXITO DE ASISTENCIA

Más Dermatol. 2023;41:15-17 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.15 15 LA ENTREVISTA AL EXPERTO Aunque son muchas sus capacidades y conocimientos, la dermatología pediátrica ocupa la mayor parte de su interés. ¿Qué le llevó a esta dedicación especial? La verdad es estoy absolutamente convencido de que la vida es una suma de casualidades, de oportunidades y de vocaciones…; estar en el sitio adecuado y en el momento justo hace el resto. Yo hice mi residencia de dermatología en el Hospital La Paz, de Madrid. Tradicionalmente, este hospital ha sido pionero en pediatría y yo viví, como residente, la creación de la consulta de dermatología pediátrica por el Dr. Eduardo Fonseca; recuerdo que compartíamos una consulta de pediatría general con los maravillosos pediatras de nuestro hospital. Cuando fui R4, «heredé» esta consulta RAÚL DE LUCAS LAGUNA: la dermatología pediátrica en 2022 Raúl de Lucas Laguna Estudió Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid. Llevó a cabo su residencia en el Hospital La Paz. Desde entonces, su vida profesional ha estado ligada a este hospital, en el que, en la actualidad, es jefe de la Unidad de Dermatología Pediátrica. Es, además, tutor de residentes y coordinador de docencia universitaria. Son múltiples sus publicaciones y sus ponencias en congresos nacionales e internacionales, a los que es invitado con asiduidad. Dirige anualmente los cursos «Foro Dermopinión: dermatología del adolescente» y «Lo que de verdad importa en dermatología». Ha ideado un nuevo modo de atender al paciente de forma holística, a través de la reunión «El médico de la puerta de al lado», que repite año tras año. Uno de los aspectos relevantes de su dedicación a la infancia es la investigación sobre enfermedades raras, especialmente, la epidermólisis ampollosa, en colaboración con la asociación DEBRA, fomentando el conocimiento y la atención de los pacientes que tienen, coloquialmente, una «piel de mariposa». Si bien podríamos dirigirnos a él para que nos hablase de otras muchas facetas de su vida profesional, vamos a dedicarnos a la dermatología pediátrica, especialidad de la que es referente mundial.

Más Dermatol. 2023;41:15-17 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.15 16 LA ENTREVISTA AL EXPERTO Raúl de Lucas Laguna: la dermatología pediátrica en 2022 cuando el Dr. Fonseca se trasladó a La Coruña como jefe de servicio del Hospital Juan Canalejo. Nunca agradeceré lo suficiente al Dr. Mariano Casado, el jefe de servicio, y al resto de mis compañeros la confianza y la generosidad al «regalarme» un proyecto de vida, una carrera maravillosa, dura al principio, pero productiva y muy gratificante. Estoy seguro de que, sin esta oportunidad, sin esta dedicación, sin el vértigo inicial, sin el miedo a la responsabilidad, sin las horas de estudio, sin los momentos de agobio y sin los otros de satisfacción, yo no sería quien soy, tanto profesional como personalmente. En la dermatología pediátrica, he encontrado mi espacio, he encontrado la posibilidad de mejorar la vida de mis pacientes, de sus familias, de cambiar el curso de una enfermedad, de acompañar en los mejores y en los peores momentos a mis «familias»; cada día, para mí, es una lección de vida, de superación…, aprendo mucho de mis pequeños pacientes. Sin duda, volvería a elegir la dermatología pediátrica como mi profesión. ¿Y desde cuándo la inclusión entre sus preferencias del paciente adolescente? Cuénteme un poco de dónde vino la idea. La verdad es que la atención al paciente adolescente puede vivirse como un problema o una oportunidad; puede ser un premio o un castigo. Y es que el adolescente es un individuo complejo, hermético, pero, cuando llegas a ellos, se abren completamente y se muestran sensibles y vulnerables, se «ponen en nuestras manos» y se establece una relación de complicidad muy interesante y, a veces, sorprendente. El hospital en el que yo trabajo es la suma de un hospital infantil y un hospital general. La transición la hacemos de forma intuitiva, pero, muchas veces, los adolescentes quedaban en tierra de nadie; yo decidí asumirlos, y abrimos una consulta —mejor dicho, una franja horaria— en la que atendíamos a estos chicos antes de empezar el cole; la llamábamos consulta de «madrugadores» y comenzaba a las 7:30 de la mañana… Visto ahora, es un exceso, una locura, pero funcionó. Poco después, se abrió la Unidad de Adolescencia en La Paz, con pediatras expertos, y comenzamos a pasar consulta conjunta; la COVID, la crisis, ha acabado con esta consulta o, mejor dicho, con los médicos que la lideraban; ya no están en la sanidad pública, pero esa es otra historia… Ya me ha comentado la creación del «Foro Dermopinión: dermatología del adolescente». Pero tenemos, además, de su mano y pensamiento «El médico de la puerta de al lado», «Lo que de verdad importa en dermatología», las «Escuelas de formación en dermatitis atópica para pacientes y familiares»... ¿Podríamos decir que es usted el principal creativo de la dermatología española? ¡Ja, ja, ja! La verdad es que me gusta idear; me gusta mucho pensar y organizar nuevos proyectos, eventos y espacios para disfrutar, aprender y divertirnos. Creo que lo más bonito y apasionante es poder crear, poder emprender y construir un nuevo proyecto, llevarlo a cabo y «regalárselo» a mis compañeros; es como hacer una comida especial a la que has dedicado mucho tiempo y esfuerzo…, la has pensado, has elegido cada ingrediente, los has cocinado y luego has puesto una mesa por todo lo alto; estás pendiente de la reacción de tus comensales, de tus invitados, de tus compañeros. «Piel de mariposa». El nombre es poético, pero la realidad es muy dura. ¿Qué ha conseguido en la lucha contra una enfermedad tan terrible? La verdad es que estoy seguro de que la atención a mis pacientes con epidermólisis ampollosa es lo que más me ha marcado como dermatólogo y como persona, nunca he visto a nadie sufrir tanto como a estos pacientes y sus familias; sufrir y resistir, sufrir y seguir luchando por vivir. Creo sinceramente que mi principal logro es haber podido abrir una consulta en la que estos pacientes puedan ser valorados de forma integral y con el tiempo necesario por varios profesionales, sobre todo, por enfermería. Era una necesidad que no estaba cubierta; muchos eran vistos en las consultas

Más Dermatol. 2023;41:15-17 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.15 17 LA ENTREVISTA AL EXPERTO Raúl de Lucas Laguna: la dermatología pediátrica en 2022 masificadas de dermatología, donde no había ni tiempo ni espacio adecuado para poder enfrentarse a una cura de varias horas, a tomas muy complejas de decisiones, pero, sobre todo, acompañar a mis pacientes. Hemos luchado por y para la epidermólisis ampollosa. Hemos conseguido financiación universal de los materiales de curas; con el Real Decreto de 2015, trabajamos duro junto con DEBRA. Somos CSUR desde 2017 y, cada vez, somos más profesionales dedicados a la epidermólisis ampollosa. Hemos realizado varios ensayos clínicos. Uno de ellos ha posibilitado la comercialización del primer tratamiento tópico indicado en la epidermólisis ampollosa: el oleogel S-10. Somos promotores del primer ensayo clínico español con terapia celular para la epidermólisis ampollosa, gracias a una beca FIS. Pero, sobre todo, destacaría a mi equipo: dermatólogos, enfermeras, psicólogos y el resto de las especialidades remando juntos para mejorar la vida de unos pacientes que de verdad nos necesitan. Y de una enfermedad rara, a una común. ¿Cuál es el mayor avance en dermatitis atópica? ¿Ha cambiado el perfil desde sus comienzos como MIR a la actualidad? Sin duda estamos viviendo una verdadera revolución en el tratamiento de la dermatitis atópica, ¡y ya era hora! La posibilidad de tratar a los pacientes —en concreto, a los niños— con fármacos realmente indicados, con la dosis adecuada, con estudios de eficacia y de seguridad es una novedad en pediatría. Hay motivos para ser optimistas. Tanto los biológicos como las moléculas pequeñas (JAKi) son capaces de modular —y, por qué no, «resetear»— el sistema inmunitario de nuestros pacientes más graves de dermatitis atópica. Por fin, vemos posible cambiar el curso de una enfermedad con terapias seguras y eficaces. El tiempo, el uso en la vida real, nos mostrará el perfil de pacientes idóneos para cada tratamiento y el momento de iniciar y de parar. Se abre un camino apasionante; de verdad, estoy deseando recorrerlo. Pese a su valía y reconocimientos, no tiene enemigos. Médicos, pacientes, sanitarios en general, todos le aprecian. Cuénteme la clave de su éxito. Nunca lo había pensado, la verdad, pero no tengo enemigos porque nunca he agredido, ninguneado, humillado, despreciado… a ningún compañero. Soy consciente de que soy un dermatólogo con visibilidad —no sé si éxito—, y esto, sin duda, se debe a mi trabajo en un gran hospital, a mi trabajo diario en la consulta y a mi gusto por la divulgación. Me considero muy afortunado y agradecido por las muestras de cariño que recibo en los congresos, reuniones… Tengo la suerte, la gran suerte, de ver lo mejor de cada persona; admiro de verdad a muchos de nuestros compañeros, me gusta cómo investigan, cómo presentan, cómo tratan a los pacientes… y permitidme un consejo… ¡decídselo! Y, por último, ¿le queda tiempo para tener aficiones ajenas a la profesión? Siempre hay tiempo, aunque, a veces, no sé de dónde lo saco. Soy padre de tres hijos y esto ya supone una inversión de tiempo, siempre menos que el necesario o que el deseado. Si volviera atrás, sin duda, dedicaría mucho más tiempo a ellos; no hay nada más satisfactorio que un abrazo de tu hijo. Tengo muchas otras aficiones e inquietudes. Me gusta el deporte; de momento solo puedo correr (dichoso tiempo). Me encantan los animales —de hecho, vivo con cuatro gatos y un perro—, y la jardinería: los domingos por la mañana, cavo, podo, siembro, trasplanto… Soy lector; prefiero un libro a una serie, pero también he sucumbido a alguna de ellas. Hay un rinconcito en mí que se siente artista: me gusta dibujar, pintar, construir, hago mis pinitos en la escultura con materiales de desecho… y esto solo es el principio… Entrevista realizada por: Aurora Guerra-Tapia

ORIGINAL Más Dermatol. 2023;41:19-23 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.19 19 Ecografía cutánea en la consulta dermatológica: a propósito de tres casos INTRODUCCIÓN El concepto de ecografía en el punto de atención al paciente (POCUS; del inglés, point-of-care ultrasound)1 está en expansión, entendido como el uso de la ecografía como medio de exploración inmediato, en todo tipo de consultas médicas, y no solo como prueba complementaria. Esto ocurre también con la ecografía de alta frecuencia (HFUS; del inglés, high-frequency ultrasound) en dermatología y afines, tanto sobre piel sana como enferma. MATERIAL Y MÉTODOS Se exponen tres casos clínicos, ejemplos de tres aplicaciones prácticas de la HFUS en la consulta dermatológica: lesiones vasculares, tumores y patología del pelo. Las ecografías fueron realizadas por el autor, médico ecografista y experto en ecografía cutánea integrado en un equipo multidisciplinario de dermatología médico-quirúrgica, medicina estética y tricología. Se describen antecedentes, anamnesis, exploración física y hallazgos ecográficos, y se discute su relevancia en el diagnóstico, el diagnóstico diferencial, el seguimiento y el tratamiento. Las imágenes fueron obtenidas con transductor lineal de 18 a 22 MHz, en modos B, power Doppler y Doppler pulsado. CASO 1 Varón de 52 años. Presenta desde la infancia una lesión nodular en el límite del labio blanco-bermellón en el labio superior, asintomática hasta siete días antes de la exploración, cuando aumenta bruscamente de tamaño, con hipersensibilidad y sangrado al roce y sin desencadenantes conocidos. Se indica HFUS para el diagnóstico diferencial, por sospecha de nevo inflamado o de lesión vascular congénita2,3. En la exploración física, se objetiva un nódulo hemisférico levemente hiperqueratósico de 7 mm de diámetro, sin signos de pigmentación y levemente eritematoso. En la ecografía con transductor de 22 MHz (fig. 1), se halla un área dermohipodérmica hipoecoica redondeada y con extensión en profundidad, mal delimitada, de 8,5 mm de diámetro máximo y contenido heteroecoico, incluidas áreas anecoicas. En los modos Doppler (figs. 1 y 2), se objetiva Doppler intralesional abigarrado con presencia de canales vasculares arteriales y venosos, y un trayecto en profundidad que se une a la arteria labial superior. En el Doppler pulsado (fig. 2), este último trayecto muestra señal pulsátil de flujo rápido, con velocidad mayor de 0,2 m/s, compatible con vaso nutriente. Se identifica también un área central anecoica de 1,5 mm de diámetro sin señal Doppler. Los hallazgos son compatibles con una José Ferrandis-Luis Médico. Ecografista cutáneo. Responsable de la Unidad de Ecografía Cutánea en Canarias Dermatológica. Las Palmas de Gran Canaria. Instagram: @dr.joseferrandis LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/drjoseferrandis/

Más Dermatol. 2023;41:19-23 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.19 20 ORIGINAL Ecografía cutánea en la consulta dermatológica: a propósito de tres casos Ferrandis-Luis J malformación arteriovenosa (MAV), con pseudoquiste central por probable necrosis reciente, posible causante de la agudización. Son hallazgos clínicoecográficos no compatibles con nevo complicado. Se optó por tratamiento conservador, con ecografía de control a las ocho semanas, donde se observó una reducción a 4,7 mm de diámetro, equiparable al estado de salud previo, con similar aspecto en la ecografía Doppler, sin otros hallazgos. Se acordó el seguimiento clínico-ecográfico, sin apreciarse cambios en los siguientes meses. CASO 2 Mujer de 54 años. Consulta a nuestra Unidad de Dermatología Médico-Quirúrgica por un nódulo facial de varios años de evolución, que en los últimos dos años en ocasiones se torna violáceo y aumenta de tamaño, sin dolor ni supuración. En la exploración física y dermatoscopia, se observa: lesión nodular cutánea de 15 mm de diámetro en el ángulo nasomalar derecho, móvil y no adherida, con probable lobulación y sin supuración ni signos pigmentarios ni vasculares. El diagnóstico probable es el de quiste epidérmico facial de evolución crónica. Se decide hacer HFUS4, donde hallamos: epidermis y dermis de ecogenicidad y estructura normales, con dos áreas anecoicas globulosas con refuerzo posterior (fig. 3) en la unión dermohipodérmica y por debajo de ella, bien delimitadas y de contenido heteroecoico en sus márgenes interiores. El diámetro lesional máximo en plano es de 13 mm, y la profundidad máxima, de 9 mm. La lesión desplaza la piel sobre ella sin infiltrarla y sin punctum. La señal Doppler vascular se encuentra aumentada en la periferia de la lesión (figs. 4 y 5) y en el límite entre FIGURA 1. Corte transversal en modos B y power Doppler. Área hipoecoica nodular mal definida con extensión en profundidad (contorno amarillo), zonas anecoicas (línea roja), canales vasculares y señal Doppler abigarrada, salvo en el área anecoica central. FIGURA 2. Vasos nutrientes de la lesión, visibles en modo power Doppler, desde la arteria labial superior (tramo horizontal inferior en la imagen izquierda). En modo Doppler pulsado (imagen derecha), se objetiva una señal pulsátil rápida (flujo arterial) de más de 20 cm/s.

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