Más Dermatología, n.º 45

LA OPINIÓN DEL EXPERTO Más Dermatol. 2024;45:17-20 doi:10.5538/1887-5181.2024.45.17 17 ENVEJECIMIENTO CAPILAR, ALOPECIA ANDROGÉNICA Y ALOPECIA SENIL A medida que pasan los años, vemos una alteración del color, del grosor, de la cantidad, del volumen, de la textura, de la elasticidad y del brillo del pelo1 (tabla 1). Asimismo, la relación que hay entre anágeno y telógeno disminuye2,3, la densidad capilar se ve menguada por efecto de la 5α-reductasa, y cada vez se tienen menos folículos activos4. Por otro lado, los cambios hormonales como la pubertad, la menopausia, diversas enfermedades como la diabetes, los trastornos tiroideos, y la toma de ciertos medicamentos también afectan a la salud capilar. Cuando alguien pierde densidad, grosor, color y volumen capilar, se percibe como mayor de lo que realmente es y, cuando acude a nuestras consultas, su objetivo final es recuperar el pelo para poder verse más joven. Es aquí donde entra el concepto de antiaging o envejecimiento capilar5. En muchas ocasiones, el límite entre el diagnóstico de una alopecia androgénica o una alopecia senil no está claro, y una alopecia androgénica temprana (sin patología asociada) podría considerarse también un envejeciINTRODUCCIÓN Las consultas sobre antiaging o envejecimiento cutáneo en dermatología han aumentado significativamente en los últimos años, y el interés en entender el proceso de envejecimiento cutáneo ha crecido exponencialmente tanto por parte de los profesionales como de la población en general. Cada vez vivimos más años, y queremos vivirlos mejor. Las consultas y los procedimientos destinados a rejuvenecimiento facial y a mejorar el aspecto de la piel están a la orden del día en nuestras clínicas. Afortunadamente, cada vez tenemos una mayor comprensión de los procesos que contribuyen al envejecimiento de la piel, y disponemos de dispositivos, técnicas y dermocosméticos que nos permiten minimizar el efecto del paso de los años. Sin embargo, ahora que dominamos adecuadamente la prevención del envejecimiento cutáneo, nos damos cuenta de que debemos ir más allá: a medida que envejecemos, el pelo pierde densidad, color, se vuelve más fino, seco y opaco. Las alteraciones en el color y la densidad capilar también nos envejecen, por lo que hay que prestarles la atención que merecen. Debemos actuar también sobre el envejecimiento capilar si queremos ofrecer un abordaje completo a nuestros pacientes. «Antiaging capilar», un nuevo hito en la dermatología Andrea Combalia Escudero Dermatóloga especialista en tricología. Hospital Clínic de Barcelona. Clínica Dermik. Barcelona.

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