Nuestra experiencia en vida real
Con el patrocinio de
Víctor Cabezas Calderón
doi:10.5538/1887-5181.2024.48.43
Este artículo describe una experiencia clínica con el uso de una novedosa solución tópica formulada con proteoglicanos liposomados, importantes en la regulación de determinadas afecciones capilares. Se presenta un caso clínico común en la práctica habitual, donde se combinan alopecia androgénica femenina con envejecimiento capilar. Se discuten los resultados observados, la satisfacción de la paciente y se comenta la experiencia en otras situaciones. También se revisa la evidencia y las publicaciones recientes sobre los proteoglicanos en la salud capilar y se analiza su versatilidad como opción de tratamiento de diversas condiciones capilares.
El envejecimiento capilar y la caída del cabello son preocupaciones comunes en dermatología, especialmente, entre mujeres. Los proteoglicanos son una opción novedosa de tratamiento y conocemos cada vez más que desempeñan un papel crucial en la salud del folículo piloso y de la dermis. En este artículo, compartimos nuestra experiencia clínica con una fórmula de proteoglicanos tópicos, destacando un caso concreto y ofreciendo una visión general de su utilidad en varios perfiles de pacientes.
Presentamos el caso de una mujer de 45 años, con antecedente de adenocarcinoma de mama en 2014, actualmente en remisión y sin tratamiento, que acudió a consulta por presentar una caída significativa del cabello de carácter crónico (mayor de seis meses), así como una pérdida progresiva de la densidad interparietal en los últimos años. La paciente, dado su antecedente de neoplasia, deseaba evitar el uso de medicamentos orales en general, haciendo explícito durante la consulta que prefería tratamientos «más naturales». Como tratamientos previos, había utilizado nutricosméticos de forma intermitente, y había intentado tratamiento con minoxidil tópico al 2 %, con una mala tolerancia cosmética y aparición de hipertricosis. También había realizado tratamiento con minoxidil oral en dosis bajas, de 0,5 mg tres veces a la semana, pero lo abandonó por palpitaciones y taquicardia, que no toleraba. En la actualidad, no estaba en tratamiento, al no encontrar ninguno que se adecuase a ella. En el examen físico, se halló una disminución de densidad difusa interparietal, prueba de tracción negativa y, junto con la tricoscopia, se llegó al diagnóstico de alopecia androgénica femenina y alopecia senescente (fig. 1).
FIGURA 1. A) Pérdida de densidad difusa en la región frontal y parietal. B) Tricoscopia digital de la zona parietal, que muestra anisotricosis, incremento de pelos vellosos y presencia aumentada de unidades foliculares de un solo tallo.
Se inició el tratamiento con ampollas de proteoglicanos liposomados, con aplicación tópica diariamente durante seis meses, y se propuso el uso de un suplemento vitamínico oral con actividad inhibitoria de la 5α-reductasa. Junto con lo anterior, se le propuso la combinación con infiltraciones de plasma rico en plaquetas cada dos meses.
A los seis meses, la paciente había mantenido la pauta de tratamiento prescrito sin abandonarla, refiriendo buena cosmeticidad y tolerancia. Subjetivamente, notaba un cabello más fuerte y con menos caída. La evaluación capilar mediante Trichoscan® demostró mejoría del grosor de los tallos pilosos. La paciente mostró una alta satisfacción con el tratamiento, sin presentar efectos secundarios adversos.
Los proteoglicanos son macromoléculas con gran poder higroscópico presentes en todos los tejidos corporales, integrando parte de la matriz extracelular (MEC). En el folículo piloso, la MEC asume funciones en la diferenciación, migración, maduración celular e, incluso, conservación de su inmunoprivilegio. Los proteoglicanos, además, interactúan de forma directa e indirecta con receptores de membrana y factores de crecimiento, lo que les otorga funciones concretas en la regulación del ciclo folicular (mayor expresión durante fase anágena y expresión reducida en fase catágena) y protección del folículo piloso1,2.
Determinados proteoglicanos como la decorina y el versicano están implicados en la regulación de la vía Wnt/β-catenina, que es uno de los retos terapéuticos actuales en la alopecia androgénica. Los andrógenos inhiben dicha vía mediante la producción de Dickkopf 1 (DKK1), y se ha demostrado que el versicano, clave para el desarrollo normal del folículo, está reducido en los folículos miniaturizados de zonas androgenodependientes1,3. Entre otras funciones, la decorina y el versicano también presentan unión al factor de crecimiento transformante beta (TGF-β; del inglés, transforming growth factor-beta), permitiendo así prolongar el anágeno, al reducir la acción inhibitoria de esta fase. La decorina también inhibe los receptores del factor de crecimiento epidérmico (EGFR; del inglés, epidermal growth factor receptor), implicado en el efluvio anágeno posquimioterapia1.
Con el envejecimiento, también se ha demostrado una menor expresión de estos proteoglicanos, sugiriendo asociación a la alopecia senescente4.
La alopecia senescente o envejecimiento capilar se caracteriza por una pérdida progresiva de la capacidad de las células madre del folículo y de las células de la papila dérmica folicular de producir nuevos folículos e inducir la fase anágena. Esto da lugar a una pérdida de folículos en anágeno, disminución de grosor capilar y encanecimiento, que se puede observar de manera gradual a partir de los 50 años de edad5,6.
También con la edad, se producen cambios conformacionales en la decorina, desencadenando una pérdida de su capacidad higroscópica. Existe evidencia de que la terapia de reemplazo con versicano y decorina reduce el proceso de senescencia capilar y encanecimiento, posiblemente, debido a su papel antioxidante7.
Las ampollas de proteoglicanos tópicos son una novedosa solución cutánea comercializada con péptidos biomiméticos de versicano y decorina encapsulados en liposomas, que facilita así su absorción y estimula la síntesis propia de proteoglicanos. Otros componentes presentes en su fórmula, como son el inositol, la cafeína o extractos de plantas como Pyrus malus, ayudan también por su papel antinflamatorio, antioxidante y funciones inhibitorias de la 5α-reductasa.
Puede ser un complemento útil en la alopecia androgénica, especialmente, la femenina, por su papel regulador de la vía Wnt/β-catenina, y en alopecias con signos de envejecimiento, donde sabemos que la fibra está más deshidratada, débil y hay pérdida de los niveles de proteoglicanos, buscando así recuperar la fuerza e hidratación y sumar un efecto preventivo antiaging. Al ser un tratamiento seguro y con buena cosmeticidad (absorción rápida, sin dejar residuo graso y no irritante), no existen limitaciones evidentes a su uso, siendo incluso apto en pacientes con cuero cabelludo sensible, tricodinia o en aquellos con baja adherencia a otras medidas tópicas, como la paciente presentada. En nuestra paciente, los resultados obtenidos serían atribuibles a la suma de efectos de los proteoglicanos, el plasma rico en plaquetas y los suplementos vitamínicos orales, que se combinaron para lograr una respuesta mayor y más rápida.
La constancia en el tratamiento y la adherencia a este son claves para lograr la eficacia de los tratamientos en el folículo piloso. En ciertos pacientes, el principal problema que vamos a encontrar es que los tratamientos con mayor eficacia demostrada no los podremos administrar por mala tolerancia, contraindicaciones o, incluso, las preferencias del paciente.
Para lograr buena adherencia a un tratamiento tópico, es preciso una buena cosmeticidad y mínimos efectos adversos, como pueden ser la irritación o la hipertricosis.
Al ser un tratamiento reciente, hacen falta más estudios para demostrar la efectividad que puedan tener los proteoglicanos —en monoterapia o en combinación— en los diferentes tipos de alopecias y efluvios. Es de interés el desarrollo de ensayos clínicos de tratamientos que puedan estimular la vía Wnt/β-catenina. Sería también interesante investigar en profundidad el papel de las diferentes vías de administración de proteoglicanos para lograr así una mayor efectividad.
Los proteoglicanos tópicos suponen una nueva vía de acción, segura y con buena cosmeticidad para el tratamiento de la alopecia, especialmente, la femenina.
Incrementar la síntesis y cantidad de proteoglicanos en el folículo piloso constituye una nueva diana terapéutica para el tratamiento de la caída de cabello y, específicamente, de alopecias como la androgénica o la senil, siendo beneficioso también su efecto antiaging para prevenir el envejecimiento capilar.